La resistencia a la insulina es mucho más común de lo que mucha gente cree, y puede afectar a las mujeres de formas inesperadas y muy indeseables. La resistencia a la insulina se encuentra en aproximadamente 15% de los estadounidenses, pero se encuentra hasta en 90% de las mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP). Si no se corrige, el estrés que la resistencia a la insulina provoca en el páncreas conduce a una disminución de la función pancreática, lo que da lugar a la diabetes de tipo 2. La resistencia a la insulina puede causar síntomas que van desde la fatiga hasta la infertilidad. La mayoría de las mujeres no tienen ningún síntoma de resistencia a la insulina, o pueden ser síntomas sutiles como fatiga, antojos de carbohidratos y aumento de peso alrededor de la cintura. Si persiste, aparece la diabetes, que presenta signos como sed excesiva, micción frecuente, oscurecimiento de la piel en los pliegues cutáneos y empeoramiento de la fatiga. La diabetes pone a las mujeres en riesgo de sufrir colesterol alto, enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, enfermedades renales, problemas oculares y daños nerviosos. Pero estas consecuencias pueden evitarse si la resistencia a la insulina se trata a tiempo.
¿Qué es la resistencia a la insulina?
Para saber cómo prevenir o curar la resistencia a la insulina, primero tenemos que entender qué es la insulina. La insulina es una hormona producida por el páncreas en respuesta a la ingesta de azúcar o hidratos de carbono, que se descomponen en glucosa. A continuación, la insulina dirige la glucosa a nuestras células, principalmente a los músculos, el hígado y la grasa, con el fin de proporcionar energía. La insulina también interviene en el centro de saciedad del cerebro, que nos indica cuándo nos sentimos saciados o hambrientos.
La resistencia a la insulina se produce cuando nuestras células se vuelven menos sensibles a la acción de la insulina. El resultado es un aumento de la concentración de insulina, grasa y azúcar en la sangre. Esto no sólo aumenta el azúcar en sangre (lo que conduce a la diabetes), sino que también aumenta el colesterol. La falta de utilización adecuada de la glucosa provoca fatiga y producción de grasa abdominal. Además, los altos niveles de insulina provocan antojos y exceso de comida, lo que lleva aún más al aumento de peso. Para la mujer, estos desequilibrios, si no se tratan, pueden ser extremadamente perjudiciales para su fertilidad.
Cómo puede afectar a la fertilidad la resistencia a la insulina
En las mujeres, el aumento del nivel de insulina altera los niveles de GnRH, LH y FSH, que son hormonas reproductivas importantes. Estas anomalías provocan una disminución de la tasa de ovulación, lo que dificulta el embarazo en las mujeres con esta afección. La insulina elevada también provoca un aumento de la producción de testosterona. La testosterona elevada no sólo provoca vello facial, pectoral y abdominal (hirsutismo), sino que también conduce a la formación de múltiples quistes foliculares que aumentan la producción de estrógenos. El desequilibrio entre varias hormonas que inhibe la fluctuación normal de los niveles de estrógenos provoca un retraso en la ovulación y ciclos irregulares. En caso de resistencia grave a la insulina, las mujeres puede dejar de ovular por completo (lo que se conoce como anovulación) y se vuelven infértiles.
Además, la falta de periodos regulares acumula el revestimiento endometrial del útero. Si no se desprende al menos cada tres meses, existe riesgo de cáncer de endometrio. La resistencia a la insulina también es precursora de la diabetes gestacional (diabetes en el embarazo que da lugar a un riesgo mucho mayor de tener un bebé grande y poco saludable). Por último, pero no por ello menos importante, la resistencia a la insulina contribuye en gran medida a la inflamación. La inflamación crónica se ha relacionado con la infertilidad, la demencia, los trastornos autoinmunes, la artritis, el síndrome del intestino irritable, la psoriasis, las migrañas, el asma, el cáncer, la osteoporosis, las enfermedades cardiovasculares y la depresión.
Si una mujer lleva un registro de sus ciclos con un método de conocimiento de la fertilidad basado en la mucosidad, es posible que observe un exceso de mucosidad de tipo inflamatorio durante todo el ciclo, indicativo de la inflamación continua de su cuerpo. También puede observar fases foliculares largas, lo que da lugar a ciclos largos e irregulares, debido al retraso en la ovulación. También suelo observar una deficiencia de moco cervical fértil debido a la disminución de la FSH, que provoca la disminución de estrógenos que estimulan las criptas cervicales.
La relación entre el SOP y la resistencia a la insulina
La resistencia a la insulina y el síndrome de ovario poliquístico (SOP) suelen ir de la mano. Uno de los principales tratamientos del SOP son los anticonceptivos hormonales u otras hormonas artificiales. Desgraciadamente, si una mujer tiene resistencia a la insulina, los anticonceptivos hormonales pueden agravar aún más el SOP. aumentar sus niveles de colesterol(aumentando el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares), exacerban dominancia de estrógenos (aumentando el riesgo de cáncer), y aumentan su riesgo de depresión.
Afortunadamente, existen alternativas seguras y eficaces a los anticonceptivos que pueden ayudar a las mujeres y a sus médicos a identificar y tratar el SOP sin exacerbar la resistencia a la insulina. Cuando una mujer con ciclos irregulares aprende a trazar su ciclo con un Método de Conocimiento de la Fertilidad (FAM), los biomarcadores de la resistencia a la insulina pueden verse en el gráfico de su ciclo menstrual. Los ciclos largos e irregulares, con escasa producción de moco cervical (estrógeno bajo), sangrado marrón al final del ciclo (inflamación) y manchado intermenstrual (acumulación de revestimiento endometrial) indicarán la causa subyacente, lo que te ayudará a buscar el tratamiento adecuado. A médico con formación en fertilidad puede ayudar al paciente en el diagnóstico y el tratamiento.
La fertilidad puede ayudar a controlar la resistencia a la insulina y la diabetes
Los gráficos de control de la fertilidad también pueden ser una herramienta fundamental en caso de que el páncreas falle y se produzca diabetes. Lea el artículo de Ginie Kay experiencia de vivir con diabetes de tipo 1, y la curación que la concienciación sobre la fertilidad le ha ayudado a conseguir:
"[FAM] Charting me ayudó a establecer una cronología del deterioro de mi salud y a realizar un seguimiento de cómo cesaba y se recuperaba mi fertilidad una vez iniciada la terapia con insulina. Saber si se produce la ovulación y cuándo se produce se convirtió en una ventaja para mí, ya que me permitió ajustar mis decisiones de tratamiento, incluso para revertir una neuropatía insoportable. Descubrí que trazar gráficos para la salud es beneficioso, no sólo para el bienestar o la confirmación de enfermedades, sino para el seguimiento de la recuperación."
En otro artículo para Natural Womanhood, Ginie Kay explica cómo su tabla FAM le ayuda a adaptar sus tratamientos de insulina y a recuperar un modo de vida manejable sin hormonas sintéticas:
"La yuxtaposición de los datos sintotérmicos [gráficos FAM] con las tendencias de la glucosa me permite detectar aumentos hormonales que me avisan de los cambios en la respuesta a la insulina. Saber por qué y cuándo cambia mi sensibilidad a la insulina ha cambiado mi diabetes de tipo 1 al conseguir curvas de glucosa más planas y reducir el estrés asociado a las excursiones de glucosa".
Diagnóstico y tratamiento de la resistencia a la insulina
Como Asistente Médico y Educador de la Salud con más de 20 años de experiencia en obstetricia y ginecología y fertilidad, con especialidades en NaproTecnología y Fertility Education and Medical Management (FEMM), le recomiendo encarecidamente que se haga una prueba para ver si tiene resistencia a la insulina:
- ver biomarcadores indicativos de ello en sus gráficos de fertilidad
- han sido diagnosticados de SOP
- tiene antecedentes de diabetes gestacional
- tener antecedentes familiares de diabetes
Pruebas
La prueba de resistencia a la insulina se realiza mediante una prueba oral de tolerancia a la glucosa (PTGO), en la que se comprueban los niveles de insulina y glucosa. Los niveles de insulina no deben analizarse con una sola extracción de sangre. Para ser exhaustivos, los niveles de insulina deben analizarse cuatro veces en un periodo de dos horas, primero en ayunas y después de forma seriada tras tomar Glucola. Los niveles elevados de insulina darán un diagnóstico de resistencia a la insulina, mientras que los niveles elevados de glucosa diagnosticarán diabetes o prediabetes (junto con otra prueba, la hemoglobina A1c).
Cambios en la dieta
El cambio dietético es el tratamiento más importante para la resistencia a la insulina. Cuanto más azúcar haya en la dieta, peor será la resistencia a la insulina. Una dieta extremadamente baja en azúcar y carbohidratos será muy beneficiosa para sensibilizar los receptores de insulina y bajar los niveles de insulina y glucosa. Dos planes de dieta que pueden ser beneficiosos en este objetivo son las dietas Paleo y Keto. Se recomienda consultar a un nutricionista para averiguar qué plan de dieta es mejor para usted, y para recibir una instrucción individualizada.
Tratamiento médico
Existen varias opciones para el tratamiento médico de la resistencia a la insulina. Se ha demostrado desde hace tiempo que la metformina disminuye la resistencia a la insulina y reduce el riesgo de diabetes. Sin embargo, tiene efectos secundarios; aproximadamente el 60% de las mujeres desarrollan calambres abdominales o diarrea mientras toman metformina. Para limitar estos efectos secundarios, se recomienda empezar con una dosis baja y aumentarla muy gradualmente.
Suplementos naturales
También existen opciones de suplementos naturales para tratar la resistencia a la insulina. El inositol (un azúcar natural), especialmente en la formulación de Myo-Inositol y D-Chiro Inositol (en una proporción de 40:1), ha demostrado en pequeños estudios ser equivalente a la eficacia de la metformina, sin los efectos secundarios. La berberina (un compuesto a base de hierbas), es otra opción que puede disminuir la resistencia a la insulina, especialmente en presencia de colesterol alto, azúcar alta en la sangre, o problemas intestinales. Siempre debe consultar a su médico antes de empezar a tomar cualquier suplemento nuevo.
Si sospecha que puede padecer resistencia a la insulina, es imprescindible que busque un médico experto que busque las causas subyacentes de su disfunción y las aborde, en lugar de encubrir los síntomas. Las medidas que tome hoy podrían evitarle toda una vida de problemas.
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