Según un estudio (en adelante, Gavina et al.) de la Universidad de Filipinas Diliman, la cantidad de estrógeno que contienen actualmente las píldoras anticonceptivas hormonales es superior a la necesaria para prevenir eficazmente la ovulación (y, por tanto, el embarazo) [1]. Se trata de una buena noticia para millones de usuarias de la píldora que corren el riesgo de sufrir múltiples efectos secundarios, algunos graves, debido al estrógeno sintético que contienen sus anticonceptivos hormonales. Aunque la cantidad de estrógeno de la píldora ha disminuyó drásticamente con el paso del tiempo, muchas mujeres siguen notando una plétora de efectos secundarios de su anticoncepción [2]. Algunos efectos, como trombosis (coágulos de sangre) o cáncerpuede incluso poner en peligro la vida.
Los efectos secundarios del estrógeno llevaron a los investigadores a estudiar la reducción de la dosis
Gavina et al. citaron los efectos secundarios del estrógeno como fuerza motriz de su investigación. Esperaban descubrir que una cantidad reducida de estrógenos podía prevenir eficazmente el embarazo. Volvieron a analizar los datos del ciclo menstrual de 23 mujeres de entre 20 y 34 años recogidos en un estudio anterior realizado por otros investigadores. En ese estudio se midieron los niveles de estrógeno (E2), progesterona (P4), hormona luteinizante (LH), hormona foliculoestimulante (FSH) e inhibina mediante extracciones de sangre.
Gavina et al. idearon un complejo modelo matemático que calculaba la dosis mínima de estrógenos (y progestágenos) necesaria para evitar la ovulación. Su modelo también determinó el día óptimo del ciclo para tomar las hormonas sintéticas de la píldora.
Para llevar
Gavina et al. descubrieron que la administración de una dosis muy corta y pequeña de estrógeno durante la fase folicular media era más eficaz y minimizaba en gran medida la cantidad de estrógeno necesaria para detener la ovulación. Con este protocolo, la mujer tomaba un anticonceptivo con estrógenos alrededor del séptimo día de su ciclo. Con este enfoque, los investigadores descubrieron que la monoterapia con estrógenos (anticonceptivos que sólo contienen estrógenos sintéticos) podía contener hasta 92% menos de estrógenos, y los anticonceptivos que sólo contienen progestina podían contener 43% menos de progestina. La píldora, que contiene tanto estrógenos sintéticos como progestágenos, podría contener cantidades aún menores de ambos. La mujer ya no recibiría una dosis única de hormonas sintéticas día tras día. En su lugar, recibiría una pequeña dosis adaptada a su ciclo particular.
¿Conllevará este estudio cambios en la dosis de estrógenos de la píldora?
Sin embargo, esto no significa que la forma de fabricar la píldora vaya a cambiar drásticamente. Según el propio estudio, es la primera vez que se prueban dosis óptimas de control para anticonceptivos. Múltiples problemas limitan la viabilidad y utilidad de esta nueva investigación.
En el estudio no participaron animales ni seres humanos.
Una de las principales limitaciones de este estudio es que no se estudiaron los efectos de las dosis de estrógenos programadas en animales o seres humanos. En su lugar, utilizó datos de los ciclos de las participantes y los pasó por un modelo informático para predecir la respuesta ovulatoria. Los modelos informáticos pueden ser muy fiables para simular los efectos del mundo real en la economía, la ingeniería y otros campos. Pero que sean precisos en este ámbito es una gran incógnita.
Muchas mujeres no tienen un ciclo de 28 días, como suponía el modelo matemático de los investigadores.
Otra limitación del estudio es el uso de un ciclo de 28 días. Aunque 28 días es el media duración del ciclo reproductivo femenino, la mayoría de las mujeres no tienen un ciclo de 28 días [3]. Un estudio más detallado tendría que variar la duración de los ciclos de las participantes para comprender realmente los efectos de administrar una dosis programada de anticonceptivos frente al uso sostenido estándar de la píldora. Otros expertos coinciden en que sería necesario realizar más estudios en participantes humanos reales, ya que los niveles hormonales varían de una mujer a otra.
El modelo matemático de los investigadores sólo funciona durante cuatro ciclos seguidos
Gavina et al. afirmó que su modelo sólo funciona durante cuatro ciclos consecutivos. Esto se debe a que la interrupción de la ovulación en un ciclo modificará los niveles hormonales del siguiente, alterando así el momento en que sería necesario administrar la dosis programada de anticonceptivos a lo largo del tiempo.
Las mujeres que siguen este protocolo probablemente tendrían que cambiar el día en que toman el fármaco en función de sus cambios en los niveles hormonales, que sólo podrían determinarse con una muestra de sangre. Esto exigiría que las mujeres se sometieran a análisis de sangre con regularidad, o correrían el riesgo de tomar la medicación el día incorrecto y perder la eficacia preventiva del embarazo.
Los investigadores estipularon que sería necesario un dispositivo para controlar constantemente los niveles hormonales de la mujer mediante muestras de sangre y administrar las dosis correctas de anticonceptivos en el momento adecuado de su ciclo. Esto es similar al funcionamiento de las bombas de insulina para los diabéticos de tipo I, pero puede no resultar atractivo para muchas mujeres.
Lo esencial
Se necesita mucha más investigación para determinar si es viable o no disminuir drásticamente la cantidad de estrógeno en los anticonceptivos. Por suerte, las mujeres que desean evitar los efectos secundarios negativos del estrógeno sintético tienen otra opción. El estudio de Gavina et al. apoyó inadvertidamente el uso de FAM de dos maneras. En primer lugar, para utilizar el método anticonceptivo con menos estrógenos, la mujer debía saber en qué momento de su ciclo se encontraba. Los autores del estudio creen que sería necesario realizar análisis de sangre periódicos (de forma parecida a como una bomba de insulina controla constantemente los niveles de azúcar en sangre).
El estudio también demostró que la píldora es un enfoque hormonal sintético de talla única, independientemente de las necesidades de cada mujer. En otras palabras, es cierto que las mujeres no necesitan suprimir constantemente su fertilidad, ¡porque sólo son fértiles durante un breve periodo de tiempo cada mes! Métodos de conocimiento de la fertilidad (FAM) permiten a cada mujer controlar sus ciclos de una forma natural que no requiere hormonas añadidas ni análisis de sangre periódicos, sino que trabaja con biomarcadores de fertilidad observados, de modo que las mujeres pueden identificar por sí mismas esta ventana y actuar en consecuencia, en función de su deseo de evitar o lograr el embarazo.
Independientemente de que podamos ver o no una píldora de estrógenos reducidos, la FAM siempre ofrecerá a las mujeres una opción de planificación familiar eficaz e informativa, libre de hormonas sintéticas y de sus efectos secundarios.
Referencias:
[1] Gavina, Brenda Lyn A et al. "Hacia una estrategia óptima de dosificación de anticonceptivos". PLoS biología computacional vol. 19,4 e1010073. 13 abr. 2023, doi:10.1371/journal.pcbi.1010073 [2] Liao PV, Dollin J. Half a century of the oral contraceptive pill: historical review and view to the future. Can Fam Physician. 2012 Dic;58(12):e757-60. PMID: 23242907; PMCID: PMC3520685. [3] Grieger JA, Norman RJ. Menstrual Cycle Length and Patterns in a Global Cohort of Women Using a Mobile Phone App: Retrospective Cohort Study. J Med Internet Res. 2020 Jun 24;22(6):e17109. doi: 10.2196/17109. PMID: 32442161; PMCID: PMC7381001.Lecturas complementarias:
Conociendo los estrógenos y progestágenos sintéticos: ¿Qué le hacen a nuestro cuerpo?